A los pocos días de aprender a conducir una grúa, casi me pegan. ¿Qué pasa con los chicos de hoy en día?

Recuerdo cuando empecé a aprender a conducir una grúa con mi padre. Una noche, sobre las 11, de repente recibimos una llamada de asistencia en carretera. Esa fue mi primera llamada nocturna, y estaba nervioso y emocionado a la vez 😳.
Cuando llegamos al lugar, la rueda delantera entera de un pequeño sedán estaba atascada en el barro junto a un campo, completamente inmovilizada.
Lo que era aún más exagerado es que había casi veinte chicos jóvenes rodeando el coche, todos con aspecto de ser todavía estudiantes. Después de preguntar, me enteré de que el dueño del coche era un estudiante de secundaria, y los demás eran sus compañeros de clase. Supuse que probablemente había cogido el coche familiar para dar una vuelta, había fallado en un truco de derrape y había acabado plantándolo en el campo.
Originalmente habían intentado sacar el coche ellos solos, pero solo consiguieron llenarse de barro. Al final, tuvieron que llamarnos obedientemente para que nos encargáramos.
Después de que sacamos el coche, mi padre les cobró 1500 TWD (de hecho, la tarifa nocturna suele ser de 2000 en adelante).
Inesperadamente, se enfadaron al oír el precio: "¿Qué? ¿Tan caro? ¿Nos estáis robando? 😡"
Mi padre solo pudo sonreír con amargura y responder: "Esto ya es muy barato 😅".
Pero se impacientaron cada vez más. Algunos empezaron a decir palabrotas, otros imitaron el habla de mi padre con una voz extraña y entrecortada, y otros nos miraron con una expresión de "os estáis forrando". El ambiente se tensó un poco. Me quedé a un lado, sintiendo por primera vez que remolcar no era solo remolcar coches, sino que quizá también había que estar preparado para huir de la gente.
Lo que vino después fue aún más clásico——
Empezaron a rebuscar en sus bolsillos y en los compartimentos de sus scooters, sacando un montón de monedas sueltas y tirándolas sobre el capó del coche, como si estuvieran en una especie de "desafío de recaudación de fondos extremo". Al final, consiguieron reunir 1200 TWD y dijeron con firmeza: "Esto debería ser suficiente, ¿no?"
Mi padre no insistió, solo asintió, cogió el dinero y los dejó marchar. Quizá no le apetecía discutir.
Esa fue la primera vez que entendí de verdad: este trabajo no consiste solo en manejar maquinaria, sino también en saber leer el ambiente, saber negociar y ser capaz de tragarse el orgullo.
Pensé que la noche ya había sido bastante emocionante, pero sobre las 4 de la mañana, entró otra llamada. La persona sonaba muy urgente, diciendo que su coche se había averiado y rogándonos que fuéramos a rescatarlo rápidamente.
Salimos, con los ojos legañosos, pero no pudimos encontrar el coche por ningún lado en el lugar. La persona seguía llamando, diciendo "un poco más adelante", "creo que acabo de veros". Acabamos dando vueltas por esa carretera durante casi una hora... solo para darnos cuenta finalmente: puede que nos hayan gastado una broma.
En ese momento, estaba realmente un poco enfadado, y no pude evitar preguntarme: ¿podría haber sido ese grupo de estudiantes de secundaria? Aunque no había pruebas, sinceramente, parecía demasiado probable.
Esa primera llamada nocturna fue como un programa de variedades fuera de control.
La primera mitad fue un espectáculo de adolescentes en el barro, la segunda una misteriosa broma de medianoche.
El coche estaba atascado en el barro, el dinero estaba atascado en las emociones y la gente estaba atascada en sus valores.
Desde ese día, entendí de verdad: este trabajo no consiste en "venir a ayudar a la gente", sino en enfrentarse a todo tipo de problemas de la vida.
Y en cuanto a mí, supongo que había "caído en la trampa" oficialmente 🤣.